saltar al contenido

Mi carta al presidente Nelson pidiéndole la reversión de la política

Mujer escribiendo

8 de mayo de 2019

Mujer escribiendo

Por Cheryl Nunn

Enviado a Afirmación después de la reversión de la política de Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de noviembre de 2015 que prohibieron que los hijos de padres LGBTQ sean bendecidos y bautizados y rotuló como apóstatas a los miembros de la Iglesia que entran en matrimonios con personas del mismo sexo. Estos cambios se conocieron dentro de la comunidad mormona LGBTQ como la «política de exclusión», «política de noviembre de 2015» o «PoX». El día después de que se anunció la reversión de esta política, Nathan Kitchen, presidente de Afirmación, invitó a todos los que deseen compartir sus sentimientos auténticos y experiencias de dolor, ira, alivio, tristeza, felicidad, confusión, sea lo que sea lo que hayan sentido con la reversión de esta política. «Como Presidente de Afirmación, quiero estar seguro de que Afirmación no te oculta, ni a ti ni a tus experiencias, a medida que avanzamos.», Escribió Kitchen en su invitación. Si tienes una historia para compartir acerca de la reversión de la política de exclusión, por favor envíelo a [email protected]. También puede leer otras historias de la reversión de la política de exclusión.

Después de la Conferencia General de octubre de 2018, escribí una una carta al Presidente Russel M. Nelson pidiéndole que revirtiera la política de noviembre de 2015 acerca de las familias homoparentales. Mi carta fue publicada en un periódico porque sé muy bien por la experiencia pasada en la defensa de las personas LGBT y para prevenir el abuso sexual dentro de la Iglesia que es imposible que una mujer se comunique con los principales líderes de la Iglesia, que son todos hombres. Al publicar en el periódico, esperaba que el departamento de relaciones públicas de la iglesia discutiera la carta con el presidente Nelson.

En mi carta, compartí con el presidente Nelson la última conversación que tuve con un querido amigo mío que se suicidó. En esa conversación, compartió cómo extrañaba ir a su barrio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Deseaba volver, pero tenía miedo. Ella sabía que su obispo mismo tendría que excomulgarla a ella ya su esposa por estar en un matrimonio del sexo. Ella me expresó lo horrible que se sentiría por traer la vergüenza que viene con la excomunión de su gran familia activa y Santo de los Últimos Días. Escribí que nadie debería «colocarse en la difícil posición de verso obligado a elegir entre su cónyuge, sus hijos y la tradición familiar».

Quiero a mi amiga de vuelta. Ella era la persona más parecida a Cristo que jamás haya conocido. Ella literalmente vivía las enseñanzas de Cristo. Quiero que todos los jóvenes y jóvenes adultos SUD LGBTQ que hemos perdido vuelvan también.

Espero que mi carta haya jugado una parte en la reversión de la política de noviembre de 2015.

Deja un comentario





Vuelve al comienzo